Joanne Rowlings, conocida mundialmente por su seudónimo J.K.Rowlings, creó a Harry Potter y, con él, ingresó definitivamente a la historia de la literatura infantil. No satisfecha con haber ganado muchísimo dinero y fama, Rowlings abandona a los niños y decide escribir para adultos. Publica "Una vacante imprevista", novela que tiene todos los ingredientes para convertirse en una película y en un material de lectura apropiado para los lectores de best-sellers.
En "Una vacante imprevista" están presentes casi todos los estereotipos conocidos en los libros destinados a ser vendidos masivamente: muertes, drogas, incesto, pedofilia, traiciones. Nada falta. Sin duda, Rowlings y sus editores, saben cómo crear un éxito de ventas pero, después de este libro, Rowlings seguirá ocupando el merecido lugar que tiene como escritora de narraciones para niños y, sin duda alguna, de ser por esta novela, no quedará registrada en ninguna historia de la literatura para adultos.
La novela es una sucesión de lugares comunes y superficialidades destinadas a un público que suele leer con avidez este tipo de novelas y que, dificilmente, sean, a la vez, lectores de Joyce o Proust.